miércoles, 23 de octubre de 2013

Volver a casa


Vuelvo a renacer en el mundo de los blogs como un ave fénix que cansado de ser ceniza decide volver a intentar meterse fuego y volar. No voy a empezar con una declaración de intenciones porque eso me pondría en un compromiso con ella, y ni quiero compromisos ni aún tengo muy claras mis intenciones. 

He bautizado a mi pequeño rincón en la red Entreplanta Segunda. No es un ático con piscina en la azotea con vistas a Barcelona, ni un duplex diáfano con escalera de caracol. Es una entreplanta, algo raro que ni siquiera supieron qué nombre ponerle, en el limbo del edificio. Ese sitio que el cartero tiene que leer dos veces y pensar antes de ubicarlo en el enjambre de buzones. En medio de una avenida ruidosa en la que se oye mucho y se entiende poco, me construyo un refugio más para encontrarme que para que me encuentren.

Esta primera entrada no es una definición es solo una localización. Son las coordenadas para que yo sepa volver a casa. Cada vez el mundo es más difícil y yo me estoy volviendo más tonto. O todo lo contrario. Hay tanto dónde elegir que cada vez elegimos menos. Hay tanto que leer que cada vez leemos menos. Por eso busco un punto de partida. Para no perderme y para, por si lo hago, volver a encontrarme. 

Saludos desde la entreplanta. 


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